Vincenzo Velardita es un taller artesanal especializado en la creación de figuras típicas de Caltagirone. Estas figuras se caracterizan por estar vestidas con telas de arcilla, una técnica introducida en el siglo XIX por Giacomo Buongiovanni.
Soy ceramista figurativo, lo que significa que creo todo lo relacionado con la figura humana, ya sea en estilos estilizados o clásicos, desde nacimientos hasta temas mitológicos. Por ejemplo, una de mis piezas representa los primeros momentos de la Pasión de Cristo: la Última Cena, la traición, la crucifixión y el descenso de la cruz. Esta obra en particular incluye a María en su Spasimo, a San Juan sosteniendo a la Virgen y a Cristo bajado de la cruz.
En cuanto a los nacimientos, tema central de hoy, existen figuras esenciales más allá de la Sagrada Familia, como la Virgen María, San José, el Niño Jesús y los Reyes Magos. Sin embargo, hay figuras con una simbología especial, como el pastor del asombro, conocido en dialecto local como «u zampognaro spaventato». Este personaje representa a un adulto con un corazón puro, quien al ver al Niño Jesús exclama: «¡Qué maravilla!». Los otros pastores le reprochan: «¿No trajiste ningún regalo?», pero la Virgen María interviene diciendo: «No, mira, trajiste el regalo más hermoso: el asombro que aún vive en ti».
Otra figura importante es Estefanía, la madre de San Esteban. Su historia, aunque extensa, es fascinante. Estefanía, una joven soltera, escucha sobre el nacimiento de Jesús y va a adorarlo. Según la ley judía, no puede entrar al lugar sagrado. Al día siguiente, regresa con una gran ilusión, llevando una piedra envuelta como si fuera un bebé. María la ve y le dice: «Aliméntalo, tiene hambre». Estefanía responde: «¿Pero cómo? ¡Es una piedra!». María le pide que desenvuelva el paño, y sucede un milagro: la piedra se convierte en un niño. Este relato conecta simbólicamente a San Esteban, primer mártir cristiano, quien nació de una piedra y murió apedreado.
Otros personajes enriquecen la escena. Por ejemplo, Enero simboliza el cambio entre el año viejo y el nuevo, y también la transición entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Los pastores llevan productos de la tierra, como queso o leche. Una figura esencial es la mujer del cántaro, que lleva agua, un elemento vital, junto con el pan y otros alimentos básicos con un profundo significado espiritual.
¿Cuál es la simbología de estas figuras?
Cada elemento del nacimiento tiene un significado profundo. Por ejemplo, San José, en la tradición clásica, a menudo se representa como un anciano para justificar la virginidad de María. Sin embargo, aquí aparece joven y activo, como una figura paterna presente. A su lado, el pastor con una oveja representa al buen pastor, mientras que el ángel de la anunciación corona la escena. En el centro, el Niño Jesús simboliza el Cordero sacrificado para redimir los pecados de la humanidad. Este conjunto de símbolos recuerda que Jesús nació, se sacrificó y resucitó para ofrecer vida eterna.
Por otro lado, figuras como la hilandera o la bordadora tienen una simbología más sombría. Estas figuras evocan a las Moiras de la mitología griega, que hilaban, medían y cortaban el hilo de la vida. Asimismo, personajes como el tabernero o el carnicero representan las debilidades humanas: el tabernero, por ejemplo, simboliza cómo el vino puede nublar la razón y abrir la puerta al mal.
El recorrido narrativo del nacimiento
El nacimiento sigue un relato rico en etapas simbólicas, desde la búsqueda de un refugio, el rechazo del tabernero, el nacimiento en Belén, hasta la huida a Egipto para escapar de Herodes. Cada escena está llena de significado, ilustrada por personajes como Benino, el joven pastor, que marca la transición entre la adolescencia y la adultez, encarnando el sueño y el misterio de la vida.
Muchas de estas historias están inspiradas en los evangelios apócrifos, textos no oficiales que ofrecen una visión más romántica de la vida de Jesús. Un nacimiento puede comenzar con episodios como la anunciación a Zacarías, la anunciación a María, la visita a Isabel, y otros relatos de la infancia y la vida de Jesús hasta la Resurrección.
¿Cómo comenzó tu trayectoria?
Fue como una pequeña llama interior, algo que me impulsaba a crear.
¿Qué distingue a los nacimientos de Caltagirone de los demás, tanto nacionales como internacionales?
Los nacimientos de Caltagirone no son ostentosos. Cada elemento tiene una función y cuenta una historia. Las figuras, completamente modeladas a mano, están vestidas con una fina capa de arcilla y detalladas cuidadosamente, especialmente en sus expresiones. Es un proceso artesanal complejo, pero perfectamente equilibrado.
¿Este oficio permite espacio para la creatividad y la innovación?
Absolutamente. Esta «llama» interior inspira y guía la creación. La arcilla, bajo nuestras manos, parece estar viva, guiando el proceso creativo. Pero si falta la inspiración o trabajas demasiado tiempo, la arcilla se endurece y hay que empezar de nuevo. Este oficio exige pasión y escuchar la materia misma.
¿Cuáles son las principales dificultades de este oficio?
Uno de los mayores desafíos es dejar obras que perduren. No se trata de simples recuerdos, sino de creaciones únicas y significativas. Por ejemplo, esta figura representa a una persona serena y orgullosa de su trabajo, reflejando la imagen de un Dios que observa a la humanidad con benevolencia. Capturar esa autenticidad es esencial.
¿Es cierto que Caravaggio pasó por Caltagirone?
Existe una teoría, aún por verificar, según la cual Caravaggio podría haber pasado por Caltagirone y habría dicho que para ver una obra más hermosa que la de Gaggini en la Iglesia de Jesús habría que ir al cielo. Es un relato fascinante, ¿no crees?
Algunas creaciones también incluyen referencias simbólicas más complejas, como Baco, el tabaco y Venus, o «el hombre en cenizas». Aquí representamos la interacción entre el hombre y la mujer, con un toque de ironía y audacia. La mujer parece haber perdido la complicidad con el hombre, volviéndolo rígido; una escena curiosa, pero que invita a la reflexión.
¿Qué otros temas inspiran tus obras?
Es fundamental ir más allá de lo clásico. Por ejemplo, he creado una escultura llamada Idea fija, que representa a un hombre obsesivo, al estilo de Don Giovanni, abrumado por imágenes mediáticas que reducen a la mujer a curvas. Es una crítica a la superficialidad.
Algunas obras, como una reproducción de la Manzana del bailarín de Scopas, se inspiran en la antigüedad griega, mientras que otras, en arcilla blanca, son minimalistas e innovadoras, nacidas de una pura invención.
¿Qué mensaje quieres transmitir a las generaciones futuras?
La pasión es esencial. Aunque las ganancias no sean inmediatas, lo que importa es expresar lo que llevas dentro. Las manos se convierten en instrumentos para materializar pensamientos y emociones. Transmitir emociones positivas significa compartir una parte de ti con los demás, y ese es el verdadero propósito de nuestro oficio.




